Ashwagandha: una planta adaptógena para el estrés.
6 de septiembre de 2022
La ashwagandha (Withania somnifera) es un arbusto original de la India, Oriente Medio y algunas partes de África que en los últimos años ha ganado una gran popularidad. En la medicina ayurvédica la ashwagandha es considerada una planta medicinal “rasayana”, lo que quiere decir que es capaz de prolongar la vida y favorecer el equilibrio natural de nuestro organismo.
Al igual que el ginseng, se trata de una planta adaptógena que es capaz de favorecer la resistencia y regular nuestro cuerpo en periodos de estrés, por ello, también se la conoce como ginseng indio.
En la medicina ayurvédica la ashwagandha es considerada una planta de naturaleza caliente y constructiva que es capaz de equilibrar vata* y kapha*. Es muy apreciada por su capacidad nutritiva, fortalecedora y tonificante. Sus usos principales son el apoyo a la salud muscular, reproductiva y para equilibrar vata.
¿Cuáles son sus principios activos?
El principio activo más conocido en la ashwagandha son los withanólidos, unas lactonas esteroides a las que se les atribuyen la mayor parte de sus propiedades, como su capacidad de regular nuestro organismo a nivel hormonal. También contiene otros principios activos, como alcaloides, flavonoides, taninos y saponinas. Se trata de una planta muy rica en compuestos antioxidantes lo que hace que sea capaz de prevenir la oxidación en nuestro organismo mejorando el vigor y la salud en general.
La parte más utilizada de la planta es la raíz, por su riqueza en withanólidos, pero también se pueden utilizar las hojas y las bayas.
¿Qué beneficios tiene en mi organismo?
En el cerebro:
Existe evidencia de que la ashwagandha es capaz de interaccionar con el receptor GABA, el cuál tiene un efecto calmante sobre el sistema nervioso central. Por otra parte, la ashwagandha también ha demostrado ser capaz de contrarrestar la degradación de la acetilcolina. Este es el principal neurotransmisor del sistema nervioso parasimpático, que es la parte del sistema nervioso central encargada de proporcionar descanso y reposo a nuestro cuerpo. Además, la acetilcolina desempeña importantes funciones a nivel cerebral en la excitación, la memoria, la motivación y la atención, entre otras cosas.
Algunos estudios apuntan a que la ashwagandha es capaz de aumentar la cantidad de ciertos neurotransmisores, como la serotonina y la dopamina, gracias a sus propiedades antioxidantes que también influyen a nivel neuronal. Esto podría favorecer el bienestar psicológico de personas que debido al estrés y falta de sueño sufren una disminución de estos neurotransmisores en su cerebro.
Efecto inmuno-modulador:
Otro de los efectos que han sido estudiados en la Ashwagandha es su capacidad de modular la respuesta inmunitaria y la producción de citoquinas. Las citoquinas son proteínas de pequeño tamaño que se encargan de controlar el crecimiento de las células del sistema inmunitario. Por ello, la ashwagandha es capaz de estimular la proliferación de las células inmunitarias, como los linfocitos T.
Función hormonal:
Además de su capacidad de interaccionar con varios neurotransmisores a nivel neuronal la ashwagandha es capaz de regular el eje hipotálamo-pituitaria-gonadal (HPG), ya que este eje es estimulado a través de receptor GABA-A, con el que interactúa la ahswagandha. Este eje es encargado de controlar el desarrollo, la reproducción y el envejecimiento.
Según los estudios, la ashwagandha regula la acción del eje HPG, regulando las concentraciones de LH y FSH. Dos hormonas que son capaces de regular la secreción de testosterona en el hombre y la ovulación en la mujer.
En resumen, en qué casos está recomendada:
El uso principal de la ashwagandha, es como adaptógeno. Tal y como hablamos en nuestro artículo del blog sobre las plantas adaptógenas, estas son capaces de proporcionarnos un mayor equilibrio físico y mental, aumentando nuestra resistencia en situaciones de estrés. La ashwagandha como adaptógeno es capaz de aumentar nuestra vitalidad al mismo tiempo que facilita el sueño profundo, ya que su función es regular nuestro organismo y mejorar su adaptación. Gracias a la compleja y múltiple actuación de esta planta, es útil en el tratamiento de diversas enfermedades. A continuación, se indican los casos más relevantes:
– Insomnio
– Ansiedad y estrés
– Falta de vitalidad
– Fortalecer el sistema inmune
¿Cómo debo tomar Ashwagandha?
Ashwagandha puede consumirse en polvo, tabletas o cápsulas. En la medicina ayurvédica se consume la mezcla de polvo con leche caliente y miel antes de dormir, para favorecer un descanso más reparador y fortalecer el sistema reproductor y la fuerza. También puede consumirse con ghee y azúcar.
Cuando se consume en polvo la dosis adecuada es de 1-2 gramos, 2-3 veces al día.
También puede consumirse en forma de tabletas o cápsulas. En este caso la posología será indicada por el fabricante o distribuidor en el modo de uso.
Existen varios extractos estandarizados de ashwagandha que son los más utilizados a nivel terapéutico. De esta forma nos aseguramos de que la planta nos aporta una cantidad de principio activo determinada, lo que proporciona mayor control y estabilidad a nivel terapéutico. Los principios activos que son medidos en el extracto son los withanólidos. Existen extractos estandarizados desde 2,5% a 35%.
Respecto a la hora del día que es más adecuado tomarla, depende de los beneficios que estemos buscando. Si se va a consumir para mejorar la salud y la vitalidad es mejor tomarla por la mañana en el desayuno. Y si se va a tomar para tratar el insomnio se recomienda tomarla un poco antes de irse a dormir.
Interacciones y contraindicaciones:
Si está tomando cualquier medicamento, le recomendamos que hable con su médico antes de comenzar a tomar ashwagandha.
Existen algunas interacciones moderadas de la planta con algunos medicamentos:
- Medicamentos sedantes: debido a la propia naturaleza sedante de la planta esta puede interaccionar con otros medicamentos sedantes como las benzodiacepinas o algunos depresores del SNC.
- Medicamentos inmunosupresores: debido a la capacidad de la ashwagandha para potenciar la actividad del sistema inmunológico puede disminuir el efecto de estos medicamentos que se administran después de un transplante.
- Medicamentos para la tiroides: la ashwagandha podría aumentar la cantidad de hormona tiroidea en el organismo. Por ello, se aconseja precaución se está tomando algún medicamento para la tiroides.
- Medicamentos antihipertensivos: la ashwagandha podría reducir la tensión arterial aún más, por lo que debe controlar su presión arterial de cerca si está tomando medicamentos para reducir la tensión arterial.
- Medicamentos para la diabetes: la ashwagandha puede reducir los niveles de azúcar en sangre, por lo que debe controlar que el azúcar no baje demasiado.
¿Puedo tomar Ashwagandha con antidepresivos?
Algunos estudios indican que la ashwagandha se puede tomar de forma segura como complemento de algunos antidepresivos mejorando su actuación. Estos antidepresivos que parecen actuar de forma complementaria con la ashwagandha son los ISRS (Inhibidores Selectivos de la Recaptación de Serotonina).
*En la medicina ayurvédica vata y kapha son dos de los tres doshas que están presentes en el cuerpo de una persona.
Vata: representa la principal fuerza de movimiento del cuerpo y la mente, cuando está desequilibrado nuestro sistema nervioso central se desequilibra. El exeso de vata puede producir intranquilidad e insomnio.
Kapha: este dosha proporciona estabilidad y firmeza, si está en exceso puede producir estancamiento y movimientos lentos, pero cuando está en equilibrio nos ayuda a tener un temperamento tranquilo y una visión del mundo feliz.
Otras fuentes consultadas:
Ashwagandha Ayurveda: beneficios y propiedades.
Una descripción general de Ashwagandha: un Rasayana (rejuvenecedor) de Ayurveda.
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