Moringa: ¿Qué es y para qué sirve?

27 de diciembre de 2023

La Moringa (Moringa oleifera) es una planta originaria de África y Asia que ha ganado reconocimiento por su versatilidad y valor nutricional. Sus hojas, flores, semillas y raíces han sido aprovechadas a lo largo de la historia por diversas culturas debido a sus numerosos usos tradicionales. En la alimentación, las hojas de moringa son consumidas por su abundancia en vitaminas como la A y la C, así como en minerales como el calcio y el hierro. Además, sus propiedades medicinales han sido aprovechadas en la medicina tradicional para tratar afecciones digestivas, inflamatorias y proporcionar alivio a dolores articulares. Las semillas, por otro lado, han sido históricamente utilizadas para purificar el agua debido a sus propiedades coagulantes, ayudando a eliminar partículas y bacterias. Esta planta no solo ha sido una fuente valiosa de nutrientes sino también una aliada en la medicina tradicional, destacando su importancia en diversos aspectos de la vida cotidiana. En la actualidad, la moringa continúa siendo objeto de investigación científica debido a sus beneficios para la salud.

¿Cuáles son los compuestos activos de la Moringa?

La moringa, desde sus hojas hasta sus semillas, se destaca por ser una fuente rica en nutrientes esenciales. Las hojas son excepcionales por su contenido de vitaminas A, C y del complejo B, así como minerales como calcio, hierro y potasio, siendo también una valiosa fuente de proteínas vegetales. Además, la moringa es una potente fuente de antioxidantes, incluyendo polifenoles, flavonoides y quercetina, que trabajan en conjunto para combatir el estrés oxidativo y proteger las células. Las semillas contienen ácidos grasos omega-3 y omega-6, contribuyendo a la salud cardiovascular y al equilibrio lipídico. Algunos estudios preliminares sugieren propiedades anticancerígenas y antiinflamatorias en compuestos como los isotiocianatos y la niazimicina presentes en la moringa.

La planta también aporta ácido clorogénico, un antioxidante con propiedades reguladoras de los niveles de azúcar en la sangre, y altos niveles de beta-carotenos, beneficiosos para la vista y el sistema inmunológico.

¿Cuáles son las propiedades científicamente demostradas de la moringa?

La investigación científica sobre la moringa ha revelado varios beneficios para la salud, a continuación, te los explicamos:

Aporte Nutricional: La moringa es una fuente rica en vitaminas y minerales esenciales, como la vitamina A, vitamina C, calcio, hierro y potasio. Debido a la riqueza nutricional de la moringa, se ha propuesto su uso en casos de malnutrición. Su riqueza en ciertos minerales como el calcio y el potasio hace que también se recomiende para mantener los huesos más sanos. Y por su riqueza en antioxidantes, vitaminas y minerales también se recomienda para mantener la piel y el cabello saludables.

Propiedades Antioxidantes: la moringa en una fuente de compuestos antioxidantes como los polifenoles y flavonoides. Estos compuestos ayudan a combatir el estrés oxidativo y proteger contra el daño celular. Su riqueza en antioxidantes hace que sea útil en la prevención del envejecimiento prematuro e incluso el cáncer. En algunos estudios in vitro y en modelos animales la moringa ha mostrado potencial como agente anticancerígeno, demostrando propiedades antiproliferativas, inductoras de apoptosis y capacidad para mejorar la efectividad de la quimioterapia.

Prevención de la anemia: La moringa se ha considerado tradicionalmente como un tratamiento natural para la anemia debido a su contenido rico en hierro y otros nutrientes esenciales. Esta planta proporciona una fuente significativa de hierro, vital para la producción de hemoglobina y el transporte de oxígeno en los glóbulos rojos. Además, la presencia de vitamina C en la moringa mejora la absorción de hierro, lo que puede ser beneficioso para abordar la deficiencia de hierro, una causa común de anemia. La moringa también aporta ácido fólico, esencial para la producción de glóbulos rojos, y otros nutrientes como vitamina A, vitamina B, calcio y proteínas, que contribuyen al bienestar general y pueden apoyar la salud sanguínea. Varios estudios clínicos investigaron el uso de la moringa en el tratamiento de la anemia durante el embarazo y la lactancia. Se observó que la Moringa influía en varias variables durante el embarazo y el período postnatal, como el perfil hematológico de la madre, la producción de leche, el desarrollo socio-personal del niño y la incidencia de morbilidad durante los primeros 6 meses de vida. Ninguno de los estudios analizados informó contraindicaciones para el uso del suplemento durante el embarazo y la lactancia.

Regulación de los niveles de azúcar en la sangre: La moringa podría ayudar a reducir los niveles de azúcares en sangre debido a su contenido de ácido clorogénico, que retarda la absorción de azúcar en el intestino y mejora la sensibilidad a la insulina. Además, la fibra presente en la moringa regula la absorción de glucosa y contribuye a la saciedad. Los antioxidantes en la moringa, como polifenoles y flavonoides, podrían proteger las células productoras de insulina y reducir el estrés oxidativo. En varios estudios realizados en ratones se observó una disminución significativa en los niveles de glucosa en sangre y una mejora significativa de la hipertrigliceridemia e hipercolesterolemia en los modelos de roedores diabéticos tratados con Moringa oleifera.

Efecto cardioprotector: se ha observado que la moringa contribuye a la regulación de la presión arterial, ejerciendo propiedades vasodilatadoras y preservando la elasticidad vascular. Además, su riqueza en antioxidantes, como polifenoles y flavonoides, sugiere un papel significativo en la reducción del estrés oxidativo, un factor asociado a enfermedades cardíacas.  Algunos estudios también indican que la moringa puede influir positivamente en los perfiles lipídicos, disminuyendo el colesterol total y LDL.

Trastornos del estado de ánimo: su riqueza en nutrientes como las vitaminas del complejo B y antioxidantes sugiere un potencial impacto positivo en la salud mental. Estos nutrientes son cruciales para el sistema nervioso y la síntesis de neurotransmisores relacionados con el estado de ánimo. Además, la capacidad de la moringa para regular los niveles de azúcar en sangre podría contribuir a mantener una energía equilibrada. Su efecto antidepresivo y ansiolítico se ha estudiado en animales. Aunque aún son necesarios más estudios para confirmar este uso, un estudio realizado en ratones mostró efectos antidepresivos prometedores de esta planta cuando se combinaba con bajos niveles de fluoxetina, uno de los antidepresivos más usados.

Propiedades Antimicrobianas: La Moringa oleifera ha sido reconocida por sus propiedades antimicrobianas, destacándose en la lucha contra diversas bacterias, virus y hongos. Sus hojas, corteza, semillas y raíces contienen compuestos bioactivos como isotiocianatos, flavonoides, polifenoles y aceites esenciales, que exhiben actividades antimicrobianas. En estudios in vitro, se ha observado que extractos de moringa pueden inhibir el crecimiento de bacterias patógenas como Escherichia coli, Salmonella, Staphylococcus aureus y Pseudomonas aeruginosa.

¿Cómo debo tomar la moringa?

La parte de la planta más rica en vitaminas, minerales y antioxidantes es la hoja, la cual se puede consumir en polvo, se suelen recomendar dosis de 3 a 5 gramos por día, de 1 a 2 cucharadas de postre. Aunque también se puede consumir en infusión se recomienda consumirla en frío, ya que al calentarla algunos de sus principios activos como el tioisocianato pueden degradarse haciendo que la planta pierda parte de sus propiedades. El polvo de moringa se puede añadir a zumos, batidos o algunas comidas.

La moringa también se puede tomar en cápsulas, en este caso se deben seguir las recomendaciones del fabricante.

Las semillas de moringa también son apreciadas por su riqueza en proteínas de alto valor biológico y ácidos grasos. De ellas se extrae el aceite de moringa es rico en ácidos grasos de alta calidad por lo que también es útil en alimentación y en cosmética natural.

¿En qué casos está contraindicado su uso?

Aunque la moringa es generalmente considerada segura para la mayoría de las personas cuando se consume en cantidades moderadas, existen algunas circunstancias en las que su uso podría no ser apropiado. Aquí hay algunas situaciones en las que el uso de moringa podría estar contraindicado:

Interacciones con Medicamentos: La moringa puede interactuar con ciertos medicamentos. Por ejemplo, puede aumentar el efecto de medicamentos que reducen la coagulación sanguínea, como anticoagulantes o antiplaquetarios. También puede afectar la absorción de medicamentos para la diabetes. Las personas que toman medicamentos deben consultar a su médico antes de incorporar moringa a su dieta.

Problemas de Tiroides: La moringa contiene compuestos llamados isotiocianatos, que pueden afectar la función de la glándula tiroides. Aquellas personas con trastornos tiroideos deberían tener precaución y discutir su consumo con un profesional de la salud.

Hipotensión: La moringa podría tener propiedades hipotensoras, lo que significa que podría reducir la presión arterial. Si ya estás tomando medicamentos para la presión arterial o si tienes hipotensión, debes hablar con tu médico antes de consumir moringa para evitar interacciones no deseadas.

Alergias: Algunas personas pueden ser alérgicas a la moringa. Si experimentas síntomas de alergia, como picazón, erupciones cutáneas o hinchazón, debes dejar de consumirla y buscar atención médica si es necesario.

Siempre es recomendable consultar a un profesional de la salud antes de incorporar suplementos de moringa a la dieta, especialmente si tienes condiciones médicas preexistentes o estás tomando medicamentos. La moringa puede tener efectos diferentes en cada persona, y la supervisión médica es esencial para garantizar un uso seguro y adecuado.

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